En medio de la Semana por la Paz, en Camino al Barrio hicimos una pausa en nuestro caminar por barrios, veredas y corregimientos, para dirigirnos hacia uno de los temas que representa el drama humanitario en Colombia: el Desplazamiento Forzado y todas las otras formas de desplazamiento ante las cuales muchos de los nuestros han debido acudir para salvar sus vidas. Porque en Colombia hablar del campo se volvió sinónimo de conflicto, de pobreza y desarraigo, donde las historias de los Héroes de Todos los Días, son las de los sobrevivientes, aquellos que le ponen el pecho a la violencia para no dejarse arrancar de su refugio natural, de su vida y, por supuesto, hablar de ciudad es el discurso del eterno retorno de las consecuencias de la mala vida en el campo, de la migración forzada, económica y de la falta de ofertas para los jóvenes.
En el Parque de Bolívar, hablamos sobre los tipos de desplazamiento, sobre los derechos de las personas en situación de desplazamiento; las ayudas que, como sociedad civil podemos ofrecerle a esta población; la Gerencia del Desplazamiento de Medellín, la primera en el país; las formas de agruparse entre la población desplazada en la ciudad, para tener una voz representativa en el escenario público y, en general, del dolor inmenso que nos producen las noticias y los acontecimientos sobre el Desplazamiento Forzado en Colombia, porque después de arrancado viene a la ciudad y no siempre se encuentra un buen panorama. El desplazado, mientras no cuente con las garantías efectivas para el retorno, es un nuevo vecino en la ciudad, un ciudadano o una ciudadana que debe ser atendido en medio de su situación y con la garantía de los plenos derechos concedidos por la leyes de su país.0
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