De San Roque nos quedamos con tres historias. La historia de Margarita, una joven que, a pesar de su discapacidad, mantiene una alegría sorprendente y la expresa en su manera de hacer croché, pintar, hablar de sí misma como un encanto, el amor por su mamá y la alegría de recibir visitas. Hace 16 años no baja desde su vereda al casco urbano de San Roque, pero asegura que ese día le harán una gran fiesta.
Nos quedamos con la historia de Jhon Jairo, un joven que no supera los 30 años, presidente de la JAC de la vereda San Antonio; sus manos ajadas por el trabajo, su mirada digna y segura, y esos deseos de seguir reconstruyendo una vereda que, prácticamente, quedó abandonada tras el conflicto. No tuvo la oportunidad económica de estudiar, pero sí la gran capacidad de empujar el desarrollo social en San Antonio. Hoy trabajan en las vías de acceso a su lugar de origen, que serán fundamentales para jalar el desarrollo y espantar la pobreza.
Nos quedamos con la historia de la JAC del barrio Caldas, uno de los barrios de San Roque que, históricamente, había sido de los excluidos del desarrollo, pero que gracias a la unión entre vecinos, lograron conformar la Junta de Acción Comunal hace 15 años, con la cual le han hecho gambetas a la Pobreza. Hoy, las vías de acceso, el alcantarillado y el mejoramiento de vivienda están más cerca de la realidad, una victoria cooperativa de la mano del convite.
Nos fuimos de San Roque, pero no le decimos adiós. Nos quedan las historias de la supervivencia en medio del conflicto y las crónicas de su progresiva recuperación. Un reconocimiento a todas las personas que hacen posible un nuevo amanecer para San Roque. Queremos seguir pensando en voz alta con ustedes; ¿CUÁLES SON LOS MOTIVOS QUE NOS IMPIDEN SUPERAR LA POBREZA?
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